La Pajarapinta está distribuida en tres plantas:
En la primera planta se encuentra el salón, cálido y agogedor con una peculiar librería en una zona de sofás con televisión y chimenea.
En esta planta también se hayan dos habitaciones dobles y un baño.
La segunda planta consta de cuatro habitaciones dobles todas ellas con baño independiente y televisión.
La tercera planta dispone de dos dormitorios tipo suite abuhardillados y baño propio con ducha hidromasaje. Éstas están dotadas de más amplitud con sofá y minibar.
Todas las habitaciones cuentan con toallas de baño gel y champú. Servicio wifi gratuito.
La casa posee en la planta baja, una amplia cocina con sillas y mesas, totalmente equipada con nevera, lavadora, lavavajillas, cafetera tostadora, vitrocerámica, horno, microondas y todos los utensilios necesarios para cocinar. La cocina cuenta con televisión y con una chimenea de ladrillo árabe de gran capacidad .
POR HABITACIONES:
Disponemos de 8 habitaciones dobles para alquiler.
Ideal para escapadas de fin de semana o vacaciones en familia.
Habitación doble de uso Individual: 35 €
Habitación doble: 50 €
Habitación abhuardillada: 55 €
Habitación doble abhuardillada con 1 cama supletoria: 65 €
Habitación doble abhuardillada con 2 camas supletorias: 75 €
(Niños menores de 8 años cama supletoria gratuita).
(*IVA incluido) La cocina no se incluye en alquiler por habitaciones.
CASA COMPLETA:
También disponemos la opción de alquilar la casa completa para grupos.
Ideal para eventos, reencuentros,despedidas y bodas.
Casa completa (Capacidad 16-18 personas): 360 €/día
Agosto, fiestas nacionales, 24 y 31 de Diciembre consultar precio. (*IVA incluido)
DESAYUNO:
Tostadas de pan de pueblo, mantequilla, mermeladas, zumo de naranja, café, té, leche y fruta.
(No incluído en casa completa)
LAS MÉDULAS:
Es un entorno paisajístico español formado por una antigua explotación minera de oro romana situado en las inmediaciones de la localidad homónima, en la comarca de El Bierzo, provincia de León, comunidad autónoma de Castilla y León. Está considerada la mayor mina de oro a cielo abierto de todo el Imperio romano.
El trabajo de ingeniería realizado para la extracción del mineral supuso la alteración del medio ambiente pero dio como resultado un paisaje de arenas rojizas, cubierto actualmente de vegetación de castaños y robles. Se considera un "paisaje cultural" y tiene la denominación de "Parque Cultural".
Este entorno fue declarado Bien de Interés Cultural en 1996, en atención a su interés arqueológico, y Monumento Natural en2002. En 1997 fue declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad.
Las Médulas fue en su origen una explotación romana de oro a cielo abierto, aunque los pueblos indígenas prerromanos ya habían explotado el yacimiento, bateando los placeres fluviales. Seguramente los romanos empezaron a trabajar en la zona en la época del emperador Octavio Augusto, quien dirigió personalmente la mayor parte de las acciones que entre los años 26 y19 a. C. conquistaron definitivamente los pueblos del norte de la península Ibérica.
EL VALLE DEL SILENCIO:
Hay lugares donde el tiempo se detiene, y hay otros donde el ruido desaparece. A pocos kilómetros de Ponferrada encontramos el Valle del Silencio, un valle único y que choca de frente con la idea que solemos tener de Castilla y León, de infinitos campos de cultivo que no levantan más de unos palmos.
Los montes Aquilianos, los mismos de los que los romanos se proveían de agua para su mina de Las Médulas, es nuestro destino.
Para llegar hasta el Valle del Silencio, primero tenemos que atravesar el valle del Oza, un buen aperitivo de lo que nos encontraremos más adelante.
Veremos que el paisaje cambia rápidamente, pasando de los campos ocres al terreno montañoso plagado de árboles, atravesado por un pequeño río, el Oza. La carretera, de esas con encanto, nos adentrará poco a poco en el bosque, siempre acompañados del murmullo del río.
PEÑALBA DE SANTIAGO:
El recorrido hacia Peñalba de Santiago es uno de los paisajes más bellos de cuantos existen en la región de Castilla y León. Un valle virgen dominado por frondosos bosques de roble, ríos y cascadas naturales, algún pueblecito que se integra en el paisaje y cuyos habitantes, cada vez menos, rompen el silencio y la tranquilidad de este Valle que parece haberse parado en el tiempo: el Valle del Silencio, virgen, natural y exuberante.
El pueblo, erguido sobre una peña, a la que debe su nombre, en los inviernos de nieves se cubre por un manto blanco sobre el que se alza la iglesia de Santiago, de puro estilo mozárabe.
Peñalba de Santiago es un pueblo con sabor, en el que se conservan las típicas casas serranas. Casas de piedra, con madera en los balcones y pizarras de piedra, que se apiñan entorno a la iglesia. Un templo que es una reliquia del paso mozárabe por estas tierras, la iglesia de Santiago, único resto del monasterio dedicado al apóstol, cuyas piedras sirvieron para construir buena parte de las casas de los alrededores.