Los entornos urbanos son una clara manifestación de la evolución humana. Dentro de ellos, encontramos una infinidad de ingenios que hacen nuestra vida mucho más sencilla; y, por supuesto, que también nos permite mantenernos integrados a la dinámica agitada de las sociedades avanzadas. En cambio, la vida rural ofrece un escenario significativamente distinto.
Quienes hayan tenido la oportunidad de alquilar una casa rural cerca de la playa, o bien de vivir en sus adyacencias, lo tienen muy claro. No por nada este es uno de los paisajes más demandados para quienes practican el turismo en espacios rurales. En esta oportunidad, nos centraremos en destacar sus puntos más favorables, empezando por el menor contacto con la contaminación.
Menos contacto con la contaminación
No es mentira para nadie que las ciudades son centros de producción de enormes cantidades de desperdicios. Y no conforme con ello, la disposición de estos no siempre es la más correcta; algunos terminan a la intemperie, otros en el mar, otros en espacios de colectivos vulnerables. Así que puede que uno de los principales beneficios de la vida rural es el mínimo contacto con la contaminación.
Pero con ello no nos referimos únicamente a la acumulación de basura, sino también a la contaminación del aire. El uso de combustibles fósiles ha ofrecido grandes beneficios a la humanidad, pero también es uno de los estimulantes del cambio climático. La vida rural no está totalmente exenta de estos problemas, pero ciertamente ofrece un contexto mucho más saludable para los humanos.
Alimentación más saludable
Las recomendaciones de los expertos y grandes agencias de salud apuntan a reducir el consumo de carnes rojas. En su lugar, se recomiendan los cortes magros e incluir en la dieta diferentes tipos de productos marinos. Llevar una vida rural en la playa es una forma práctica y divertida de adoptar este hábito; evidentemente, porque el pescado es la proteína más abundante en estas regiones.
Para empezar, el pescado y otros productos marinos ofrecen una amplia variedad de nutrientes importantes para el organismo humano; entre ellos, fósforo, potasio, calcio, sodio, magnesio, hierro, yodo y cloro. Las especies más recomendadas son atún, sardina, pargo, merluza, sierra, jurel, camarón, pulpo, mero, ostión, tilapia, calamar, jaiba y las almejas; todos de fácil acceso en la vida rural en la playa.
Mejora la conexión con la naturaleza
Si hay algo que puede relajar nuestra mente casi de inmediato es un paisaje costero. El sonido del agua, el reflejo del sol en ella y las personas con ropa ligera nos recuerdan que podemos tomarnos la vida con más calma. Así que, sin espacio a discusión, esto figura entre las ventajas de la vida rural cerca de la playa. Después de un día pesado, mirar al horizonte al atardecer puede resultar muy reconfortante.
Pero la explicación va más allá de la exposición al paisaje de playa en la vida rural. Puede que el contacto con los elementos que lo componen, como la brisa, la arena, el agua, las plantas y las especies marinas jueguen un papel; no obstante, también puede tratarse de un reencuentro con nuestras raíces evolutivas. Recordemos que nuestros ancestros vivieron en estrecha cercanía con la naturaleza.
Favorece la salud mental
Lo que nos lleva a un punto muy importante, no solo a nivel individual, sino también de sociedad. La vida en entornos urbanos donde el concreto es la norma y los edificios decoran el cielo nos hace ajenos a la naturaleza. Mientras que estar en entornos que han sufrido una mínima modificación por parte del hombre nos recuerda de dónde vinimos. La vida rural es capaz de evocar esta sensación y mejorar la salud mental.
Junto a ella, puede llegar una modificación sustancial de nuestro comportamiento. Para empezar, la vida rural amerita una estrecha colaboración entre las personas, familias, colectivos y comunidades. Y esto, a su vez, podría ser una de las vías por las que mejora el estado de ánimo y el hallazgo de identidad; la socialización es una parte innegable de nuestra naturaleza. El urbanismo a veces nos aleja de ella.
Promueve la vida sostenible y amigable con el medio ambiente
Al estar alejados de muchas de las facilidades que ofrecen los urbanismos, los humanos en vida rural se desenvuelven diferente en su día a día. La diferencia radica la mayoría de las veces en el uso directo de los recursos naturales a su alrededor. Actividades como el transporte, la cocina y la alimentación suelen realizarse de manera muy tradicional.
Por ende, una de las ventajas más valiosas que ofrece la vida rural en la playa es la adopción de hábitos sostenibles; es decir, más amigables con el medio ambiente. Y no podemos dejar de destacar que todo esto está conectado con los beneficios mencionados hasta ahora. El humano comprende que su entorno le provee lo que necesita para vivir así que aprende a tomarlo de manera respetuosa.