Detente un momento. Has llegado a este blog seguramente buscando un respiro, un paréntesis en la rutina. Juguemos a relajarnos; Cierra los ojos. Ahora, intenta dejar la mente en blanco unos segundos y deja volar tu imaginación. ¿A dónde te lleva? Quizá, como a la mayoría de personas que piensan en relajarse, a un paisaje natural, un campo inmenso y verde con un lago o un arroyo en el centro. Abre los ojos y mira como ese lugar existe, son los Lagos de Covadonga.

En Asturias, dentro del Parque Nacional de los Picos de Europa, nos encontramos con tres lagunas de origen glacial. Una de ellas, el conocido como Lago Bricial, sólo tiene agua cuando se produce el deshielo en las montañas, se trata del lago más pequeño y más desconocido del conjunto. En cambio, para deleite visual del turista la laguna Enol y el lago Ecrina se pueden observar durante todo el año, siempre rodeados de una imponente vegetación y reposados en las faldas de las montañas asturianas. Se trata de una de las vistas más bellas en la península.

Si todavía ves muy lejanas las próximas vacaciones y tienes en mente hacer una escapada, te proponemos una visita para respirar aire puro y limpio, alejado de la contaminación de las ciudades y que te permitirá un descanso asegurado si decides alojarte en una de las casas rurales de Asturias más cercanas a este enclave natural, a tan sólo diez kilómetros del término municipal de Cangas de Onís.

Ahora que estamos disfrutando de unos días con temperaturas agradables e iluminados continuamente por los rayos del sol, es un buen momento para desempolvar las zapatillas de paseo o de trecking y hasta la bicileta. Así fue, en la primera ascensión a los Lagos de la Vuelta Ciclista a España de 1983 como se dieron a conocer mundialmente las Lagunas de Covadonga.

Pero entre tanta naturaleza, también nos encontramos con la mano del hombre en el Real Sitio de Covadonga, dedicado a la Virgen conocida como La Santina. Destaca la Santa Cueva, una ermita construída en una gruta del Monte Auseva, que contiene una capilla, un altar y un panteón real con la tumba de Don Pelayo, primer rey de Asturias. Junto al santuario se sitúa el Monasterio de San Pedro, de época románica y habitado por una comunidad de canónigos. Cierra el Conjunto Monumental del Santuario la Basílica de Santa María la Real de Covadonga construída en su integridad por piedra caliza rosa. Una armonía de colores y formas integradas en la naturaleza de los Picos de Europa.

Deja las preocupaciones en casa para que no te pesen en la mochila y lava los problemas en los Lagos de Covadonga para que encojan tanto que lleguen a desaparecer. De lo único que tienes que encargarte en este viaje es de disfrutar, y de eso, ya sabes tú bastante. ¡Feliz escapada!