Cualquier región de España puede ofrecernos una buena oferta para hacer enoturismo. Conocer cómo se hace el vino, desde los trabajos que hay que realizar en el campo, en las viñas, hasta los procesos de elaboración en la bodega es una llamativa experiencia que, además, nos enseña a apreciar la importancia de las economías rurales.

En La Manchuela, un territorio que abarca parte de las provincias de Cuenca y Albacete, podemos hacer un recorrido enoturístico recalando en bodegas como Villavid, en Villarta; Illana, en Pozoamargo; o Vitis Natura, en Villanueva de la Jara. Todas ofrecen cursos de cata y visitas a viñedos pero, además, en la primera se puede visitar el  Centro de Interpretación de la Vid y el Olivo, ubicado en la antigua almazara de la localidad; o reservar un espacio para reuniones o comidas de empresa en Vitis Natura… rodeados de viñedos y pinares.

Junto a las bodegas, cuando estés por esta comarca tienes que visitar pueblos como Alarcón, una fortaleza árabe rodeada por el río Júcar donde no puedes perderte el Centro de Arte Pinturas Mural de Alarcón. En Villanueva de la Jara, uno de los pueblos donde Santa Teresa fundó sus conventos, tienes que recorrer sus calles impregnadas del tipismo manchego mezclado con casonas y edificios de corte renacentista.

Y en Alcalá del Júcar, donde de nuevo el río cobra protagonismo, te sorprenderán las cuevas excavadas en la ladera de la montaña, muchas de las cuales son, todavía hoy, las viviendas de los habitantes de esta localidad.

En estos pueblos, pero también en otros de la zona, encontrarás una amplia gama de Casas Rurales en Cuenca y Casas Rurales en Albacete para alojarte durante tu viaje. Muchas de ellas tienen además una oferta gastronómica, pero si no, no dejes de probar productos locales como el champiñón (La Manchuela es el segundo productor de España) o la miel, y platos típicos como el ajo arriero, las migas de pastor, las gachas o almortas y el pisto… todos ellos acompañados por un buen vino de La Manchuela, por supuesto.